ROJO ORIENTAL
Cuando la mujer baila con el corazón, su danza se convierte en la danza de la vida
Las películas árabes que tratan sobre mujeres suelen tener un encanto especial, quizás porque el papel de la mujer en estas sociedades está aún por recuperar todo su potencial. En el cine se habla de ellas con amabilidad, denunciando en muchas ocasiones la dureza de su situación, pero mostrando también la inmensa fuerza que la mujer árabe posee.
Rojo oriental no es una excepción. Esta permisiva historia tunecina de una viuda “respetable” que derriba de una patada las convenciones, es manejada con confianza y un dulce sentido del humor que la hace más atractiva. Al mismo tiempo, la descripción que la guionista y directora hace de los conservadores vecinos y parientes que rodean a la heroína es incisiva.
Hiam Abbass interpreta a Lilia, una mujer que lleva una vida solitaria y estancada en la rutina desde la muerte de su marido. Todo cambia cuando un día asiste a una clase de baile de su hija Salma y empieza a sospechar que ésta tiene algo con Chokri, un músico de cabaret. Lilia decide seguir una noche a Chokri y descubre un mundo desconocido de bailarinas de la danza del vientre, por el que empieza a sentirse atraída. Un día se prueba uno de los ligeros vestidos de lentejuelas y comienza a bailar cada vez con más desenfreno sobre el escenario.
Su danza, sin apenas técnica pero con un gran corazón, despierta el interés de todos cuantos la ven y para Lilia será la puerta al descubrimiento de sí misma.
Cuando la mujer baila con el corazón, su danza se convierte en la danza de la vida
Las películas árabes que tratan sobre mujeres suelen tener un encanto especial, quizás porque el papel de la mujer en estas sociedades está aún por recuperar todo su potencial. En el cine se habla de ellas con amabilidad, denunciando en muchas ocasiones la dureza de su situación, pero mostrando también la inmensa fuerza que la mujer árabe posee.
Rojo oriental no es una excepción. Esta permisiva historia tunecina de una viuda “respetable” que derriba de una patada las convenciones, es manejada con confianza y un dulce sentido del humor que la hace más atractiva. Al mismo tiempo, la descripción que la guionista y directora hace de los conservadores vecinos y parientes que rodean a la heroína es incisiva.
Hiam Abbass interpreta a Lilia, una mujer que lleva una vida solitaria y estancada en la rutina desde la muerte de su marido. Todo cambia cuando un día asiste a una clase de baile de su hija Salma y empieza a sospechar que ésta tiene algo con Chokri, un músico de cabaret. Lilia decide seguir una noche a Chokri y descubre un mundo desconocido de bailarinas de la danza del vientre, por el que empieza a sentirse atraída. Un día se prueba uno de los ligeros vestidos de lentejuelas y comienza a bailar cada vez con más desenfreno sobre el escenario.
Su danza, sin apenas técnica pero con un gran corazón, despierta el interés de todos cuantos la ven y para Lilia será la puerta al descubrimiento de sí misma.
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